La aportación calórica es una medida insuficiente para saber si un alimento ayuda a adelgazar o no. El índice glucémico o IG (GI en inglés) es un coeficiente que aporta una información complementaria y muy importante sobre el tema, ya que indica la capacidad de un alimento para elevar los niveles de glucosa en la sangre (y por ello es muy utilizado en la medicina relacionada con la diabetes). Como se explica en el libro con detalle y en este post de forma resumida, este aspecto está muy relacionado con la obesidad porque cuando nuestro metabolismo detecta niveles elevados de glucosa en sangre, segrega altas concentraciones de la hormona insulina, que tiene gran cantidad de efectos secundarios. Entre los que cabe destacar el aumento de la capacidad de almacenamiento de grasa y la intensificación del apetito.
El valor de referencia del IG (que se toma como 100) es el de una disolución de glucosa pura. Es decir, que 100 es un valor muy alto. Los alimentos de rápida absorción con carbohidratos refinados, tales como los dulces, las bollería, el pan e incluso las patatas, se acercan a ese valor. Los integrales y frutas presentan valores bastante menores, entre 30 y 50.
Hasta ahora no había un claro consenso de los valores del IG de la cerveza. Algunos llegaban a decir que su IG es 0, otros que andaba por 80... Lo cierto es que en el libro no está detallado este dato porque sencillamente no había un cálculo riguroso que fuera medianamente fiable. Sin embargo, parece que ha llegado el momento de actualizarlo. Se acaba de publicar el estudio Modifying effects of alcohol on the postprandial glucose and insulin responses in healthy subjects, en el que han calculado el IG de la cerveza, tanto con alcohol como sin alcohol. Y los valores son bastante más altos de lo que se creía: ¡Casi 120 para el primero y 80 para el segundo! Una barbaridad, vamos.
Así que cuando alguien juzgue si la cerveza engorda o no en base a su aportación calórica, ya podemos decirle que, además de aportar calorías, la cerveza dispara los niveles de glucosa e insulina, con todo lo que eso conlleva.
Habrá que seguir inclinándose por el vino, tinto o blanco seco.
El valor de referencia del IG (que se toma como 100) es el de una disolución de glucosa pura. Es decir, que 100 es un valor muy alto. Los alimentos de rápida absorción con carbohidratos refinados, tales como los dulces, las bollería, el pan e incluso las patatas, se acercan a ese valor. Los integrales y frutas presentan valores bastante menores, entre 30 y 50.

Así que cuando alguien juzgue si la cerveza engorda o no en base a su aportación calórica, ya podemos decirle que, además de aportar calorías, la cerveza dispara los niveles de glucosa e insulina, con todo lo que eso conlleva.
Habrá que seguir inclinándose por el vino, tinto o blanco seco.