Reducir
calorías no es la solución. No, al menos, cuando se busca perder peso y
mantenerlo a largo plazo. En ese caso, alimentarse a base de ensaladas y
productos light no es lo más adecuado, ni siquiera sostenible.
Al principio,
esta técnica parece efectiva. Reducir las calorías drásticamente provoca, en
efecto, la pérdida de varios kilos. Sin embargo, alargar esta situación puede
terminar empujándonos a la llamada Tumba
metabólica.
La Tumba metabólica es una teoría utilizada
por los expertos para explicar el daño que ha sufrido el organismo durante
largos periodos de dieta hipocalórica, la cual consiste en comer menos calorías
de las que tu cuerpo utiliza en reposo (metabolismo basal). Por eso, pese a ser
un fenómeno irreal, ayuda a explicar por qué se produce el estancamiento en las
dietas.
Los expertos
explican que cuando una persona alcanza ese estado, por más que reduce las
calorías de la dieta, no consigue perder peso. Es decir, que aun comiendo cada
vez menos, la báscula no se mueve ni un milímetro. O lo que es peor, se mueve
hacia el lado no deseado, recuperando el peso que se había logrado perder en
otras ocasiones.
Pero cuando se
produce el estancamiento por haber recortado en exceso las calorías diarias, el
resultado es una ralentización del metabolismo, desembocando en un menor gasto
calórico.
El cuerpo se
adapta a la nueva situación, poniendo en marcha una serie de mecanismos de
defensa que evitan perder más grasa. De hecho, esta es la razón por la que se
produce el conocido ‘efecto rebote’, ya que todo exceso calórico se almacenará
de forma más fácil como grasa.
Fuentes: http://www.lagranepoca.com/vida/salud/25069-comer-menos-no-ayuda-a-adelgazar.html