Apetito emocional
1.- Te asalta
de inmediato.
2.- Te pide
comida ¡ahora y ya!
3.- Te exige
un determinado alimento.
4.- No se
detiene aunque ya tengas el estómago lleno.
5.- Al
terminar, te sientes culpable.
Hambre
1.- Suele
venir poco a poco.
2.- Puede
esperar a ser satisfecha.
3.- Está
abierta a diferentes opciones: fruta, sándwich, lácteos...
4.- Para
cuando estás llena.
5.- Al
terminar, te da calma.
De manera
innata sentimos predilección por lo dulce. Son numerosos los estudios que demuestran
que este sabor es el mejor aceptado por los bebés.
Chocolate,
dulce chocolate. Aunque cada persona es un mundo y, en muchas ocasiones, sus
elecciones dependerán de experiencias pasadas o de los sentimientos que
vinculen a determinadas comidas, hay ciertas tentaciones recurrentes como los
alimentos dulces, salados o grasos. Eso explicaría la necesidad que algunos
tenemos de devorar chocolate.
Cualquier
excusa es buena, por tristeza, por ansiedad, por nerviosismo...
Siempre
funciona. ¿Por Qué? al ser un alimento graso y azucarado que se funde a la temperatura
de nuestro cuerpo, produce un placer absoluto en la boca.
Comer con la memoria
No obstante, cualquier comida que nos proporcione buenos recuerdos puede convertirse
en un alimento emocional, como esa sopa que nos daba nuestra madre cuando
estábamos malos y añoramos de adultos.
Hay que
aclarar que el apetito emocional no tiene por qué ser negativo, a veces comemos
más cuando estamos enamorados o en actos sociales porque asociamos a determinados
alimentos momentos de alegría o de disfrute.
¿Cómo vencer la tentación?
- Intenta
averiguar si tienes hambre o ansiedad por tu estado emocional.
- Identifica
qué estado de ánimo es el que te produce apetito emocional.
- Si te
apetece chocolate, cómelo. Si te lo prohíbes, será peor. Eso sí, no te tomes la
tableta entera. Espera unos 10 minutos para relajarte un poco y luego decide si
en realidad quieres comértelo o no.
- En caso de
caer en la tentación, no engullas los alimentos.
- Disfruta de
lo que comes. Huélelos, tócalos, saboréalos y tómate tu tiempo para comerte ese
trozo de chocolate.
Fuente:
https://clubdia.dia.es/club-dia-revista