viernes, enero 24

Y OTRA VEZ A DIETA!!!


Cada enero después de pasadas todas las fiestas, así como cada septiembre después del verano, son muchas las personas que acuden a mi consulta para que les ayude a bajar esos kilillos, que en la mayoría de los casos se han sumado a otros tantos con los que ya se venía luchando. Yo ya lo sé, y soy consciente que estos patrones se repiten como si fueran casi ley de vida. 

Recibo con mucha ilusión a cada una de estas personas que ponen su confianza en mí, pero, por otro lado, veo como esta forma de funcionar ya lleva implícito el fracaso, y esto me entristece, porque en muchas ocasiones y sin quererlo, su fracaso lo hago mío. Desde hace tiempo vengo trabajándome este asunto, y asumiendo qué, si la persona no se hace responsable de su objetivo, por mas que yo le de todas las herramientas para su triunfo, poco se puede hacer. 

Cuando entra por primera vez en mi consulta, para mi es única, y como tal la escucho, y estudio cual es la mejor forma de ayuda para ella. A esto le sumo todos mis conocimientos, experiencia y mucha ilusión. Porque es muy gratificante poder ayudar a alguien a que se sienta mejor, y no hablo sólo de bajar el peso, sino de que saque a la luz su mejor versión, en todos aquellos aspectos de su vida que han quedado en un segundo plano, o aún peor, que ya han olvidado su esencia, y se han refugiado en los cajones de la despensa, perdiéndose como mujeres bellas y por supuesto hombres.

Una de las cosas más importantes, es que la persona debe responsabilizarse del trabajo que implica hacer una dieta, pero sobre todo y fundamental, hacerse consciente de que ese esfuerzo será pasajero sino pone su atención en el cambio de hábitos para siempre. Dentro de estos hábitos, no sólo están lo del comer, sino todos aquellos que le acercan lo máximo posible a una vida saludable, donde es importante gestionar; el estrés, la ansiedad, el sueño, el deporte, la gestión del tiempo, la familia, las relaciones con otros, y sobre todo y fundamental la relación con ella misma.

Siempre tiendo a hablar de ellas, porque son mayoría en mi consulta, y porque como mujer, aun me es más fácil entenderlas. Es sencillo perderse en el papel de madre, trabajadora, encargada de que todo funcione y con mil y una obligación, que no deja ni el más mínimo espacio para ser mujer, y poder dedicar un tiempo para quererse.