Dependencia del chocolate
Cerca del 14% de los hombres y más del 25% de las mujeres tienen ganas compulsivas de chocolate. Algunos autores asocian este comportamiento a la presencia de tres sustancias conocidas por sus efectos psicotónicos: la teobromina, la cafeína y la feniletilamina. Un estudio muestra que nuestro deseo de chocolate posiblemente no se debe solamente a su gusto, su aroma y su textura, sino también al sentimiento de un mayor bienestar que nos procura.
Se considera seriamente que el chocolate tiene propiedades antidepresivas y que puede simular los mismos efectos que siente una persona cuando se enamora.
Sin embargo, ¡qué decepción!, unos investigadores franceses declaran que la feniletilamina y las otras sustancias se encuentran en el chocolate en cantidades demasiado pequeñas como para provocar tales efectos. ¡El chocolate posiblemente contiene menos feniletilamina que el queso de cabra! A pesar de eso, comer chocolate en cantidades razonables es por lo menos bueno para el ánimo.
La pasión, una auténtica droga
Los neurobiólogos han demostrado que, cuando experimentamos un “flechazo”, nuestro cerebro produce una gran cantidad de feniletilamina. Esta neurohormona natural estimula la actividad de nuestro cerebro y provoca sensaciones de éxtasis eufórico parecidas a las causadas por ciertas drogas.
La feniletilamina
reduce el apetito y provoca cierta hiperactividad. Pero su acción no acaba
aquí. Estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor que actúa en
varios procesos físicos y psicológicos. La dopamina está íntimamente asociada
al sistema límbico, una zona del cerebro que es la sede de las emociones y
funciones vitales que son el hambre, la sed o la sexualidad.
Así pues, la pasión sería el resultado de una saturación del cerebro, sumergido
por un diluvio de feniletilamina y de otros estimulantes naturales que alteran
las sensaciones y, a la vez, la realidad.
El efecto antidepresor del ejercicio físico posiblemente sea debido a la feniletilamina (FEA)
Hay consenso
sobre el hecho de que la actividad física tiene una acción antidepresiva.Un
equipo de científicos de la Universidad Trent Nottingham1, en Gran
Bretaña, ha logrado recientemente los primeros resultados de sus trabajos que
sugieren que la práctica moderada de ejercicio físico aumenta los niveles de
FEA en la mayoría de gente.
Niveles bajos de FEA en el 60% de los pacientes depresivos
Ya hace más de
veinte años que se ha demostrado que, en el cerebro de las personas depresivas,
las cantidades de FEA eran netamente más bajas que en un individuo normal.
La duración de vida de la feniletilamina es muy corta, mientras que los niveles
de ácido fenilacético, uno de sus metabolitos, son más elevados en los líquidos
biológicos. Por eso se ha pensado que la excreción de ácido fenilacético
(abreviado en inglés PAA) es posiblemente una mejor medida que la
feniletilamina para examinar los efectos moduladores de esta última. Esta
podría incluso constituir un marcador de la depresión.
La FEA controla el 60% de las depresiones
Al igual que todos los principales antidepresivos, como el Prozac, la FEA controla el 60% de las depresiones pero con mucho menos efectos tóxicos.
La administración de feniletilamina o de uno de sus
precursores, la L-fenilalanina, asociada a la selegilina, atenúa los signos de
depresión y mejora el humor tan rápidamente como las anfetaminas, pero no
produce dependencia.
Varias ventajas en relación a los tratamientos utilizados habitualmente.
En relación a los tratamientos utilizados de manera más general, la FEA presenta cuatro ventajas:
- La FEA actúa muy rápidamente. Es cuestión de horas o de días en vez de
semanas. Un tratamiento rápido de la depresión sería una herramienta
extremadamente útil para disminuir la incapacidad para trabajar, reducir la
duración del tratamiento y prevenir los suicidios.
- La FEA no tiene prácticamente efectos secundarios ni toxicidad. La selegilina que se administra en asociación con la FEA, se da a dosis muy bajas, parecidas a las utilizadas para retrasar el avance de la enfermedad de Parkinson en las personas mayores.
- La FEA es
eficaz en diferentes tipos de depresión que no responden bien a los
antidepresivos estándar.
- La FEA, al restaurar una neurohormona deficitaria, puede ser más eficaz y
puede tener menos efectos tóxicos a largo plazo que un medicamento que tenga
una acción indirecta más compleja.
Es cierto que estos elementos no significan que la FEA permita controlar todos los tipos de depresión. Pero como actúa rápidamente y puede utilizarse durante largos periodos sin temor a consecuencias desagradables como un aumento de peso, una inhibición sexual u otros efectos secundarios que se encuentran frecuentemente con los antidepresivos, ésta podría administrarse como primer tratamiento.
Fuente: https://www.nutranews.org/es--moral--el-deporte-el-amor-el-chocolate-tienen-algo-comun-feniletilamina-fea--503