martes, febrero 28

El deporte, el amor y el chocolate tienen algo en común: la feniletilamina (FEA)

La feniletilamina (FEA) es una hormona natural de nuestro cerebro. Se encuentra en cantidades pequeñas en el chocolate, lo que le da su reputación de antidepresivo.  Además aumenta después de realizar un esfuerzo físico, lo que hace que el deporte tenga un efecto benéfico en nuestro ánimo. El 60% de las personas depresivas tiene una deficiencia de FEA, mientras que los suplementos de FEA alivian los síntomas de la depresión en el 60% de los enfermos.

Dependencia del chocolate

Cerca del 14% de los hombres y más del 25% de las mujeres tienen ganas compulsivas de chocolate. Algunos autores asocian este comportamiento a la presencia de tres sustancias conocidas por sus efectos psicotónicos: la teobromina, la cafeína y la feniletilamina. Un estudio muestra que nuestro deseo de chocolate posiblemente no se debe solamente a su gusto, su aroma y su textura, sino también al sentimiento de un mayor bienestar que nos procura.

Se considera seriamente que el chocolate tiene propiedades antidepresivas y que puede simular los mismos efectos que siente una persona cuando se enamora.

Sin embargo, ¡qué decepción!, unos investigadores franceses declaran que la feniletilamina y las otras sustancias se encuentran en el chocolate en cantidades demasiado pequeñas como para provocar tales efectos. ¡El chocolate posiblemente contiene menos feniletilamina que el queso de cabra! A pesar de eso, comer chocolate en cantidades razonables es por lo menos bueno para el ánimo.

La pasión, una auténtica droga

Los neurobiólogos han demostrado que, cuando experimentamos un “flechazo”, nuestro cerebro produce una gran cantidad de feniletilamina. Esta neurohormona natural estimula la actividad de nuestro cerebro y provoca sensaciones de éxtasis eufórico parecidas a las causadas por ciertas drogas.

La feniletilamina reduce el apetito y provoca cierta hiperactividad. Pero su acción no acaba aquí. Estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor que actúa en varios procesos físicos y psicológicos. La dopamina está íntimamente asociada al sistema límbico, una zona del cerebro que es la sede de las emociones y funciones vitales que son el hambre, la sed o la sexualidad.
Así pues, la pasión sería el resultado de una saturación del cerebro, sumergido por un diluvio de feniletilamina y de otros estimulantes naturales que alteran las sensaciones y, a la vez, la realidad.

El efecto antidepresor del ejercicio físico posiblemente sea debido a la feniletilamina (FEA)

Hay consenso sobre el hecho de que la actividad física tiene una acción antidepresiva.Un equipo de científicos de la Universidad Trent Nottingham1, en Gran Bretaña, ha logrado recientemente los primeros resultados de sus trabajos que sugieren que la práctica moderada de ejercicio físico aumenta los niveles de FEA en la mayoría de gente.

Niveles bajos de FEA en el 60% de los pacientes depresivos

Ya hace más de veinte años que se ha demostrado que, en el cerebro de las personas depresivas, las cantidades de FEA eran netamente más bajas que en un individuo normal.
La duración de vida de la feniletilamina es muy corta, mientras que los niveles de ácido fenilacético, uno de sus metabolitos, son más elevados en los líquidos biológicos. Por eso se ha pensado que la excreción de ácido fenilacético (abreviado en inglés PAA) es posiblemente una mejor medida que la feniletilamina para examinar los efectos moduladores de esta última. Esta podría incluso constituir un marcador de la depresión.

La FEA controla el 60% de las depresiones

Al igual que todos los principales antidepresivos, como el Prozac, la FEA controla el 60% de las depresiones pero con mucho menos efectos tóxicos.

La administración de feniletilamina o de uno de sus precursores, la L-fenilalanina, asociada a la selegilina, atenúa los signos de depresión y mejora el humor tan rápidamente como las anfetaminas, pero no produce dependencia.

Varias ventajas en relación a los tratamientos utilizados habitualmente.

En relación a los tratamientos utilizados de manera más general, la FEA presenta cuatro ventajas:


- La FEA actúa muy rápidamente. Es cuestión de horas o de días en vez de semanas. Un tratamiento rápido de la depresión sería una herramienta extremadamente útil para disminuir la incapacidad para trabajar, reducir la duración del tratamiento y prevenir los suicidios.

- La FEA no tiene prácticamente efectos secundarios ni toxicidad. La selegilina que se administra en asociación con la FEA, se da a dosis muy bajas, parecidas a las utilizadas para retrasar el avance de la enfermedad de Parkinson en las personas mayores.

- La FEA es eficaz en diferentes tipos de depresión que no responden bien a los antidepresivos estándar.
- La FEA, al restaurar una neurohormona deficitaria, puede ser más eficaz y puede tener menos efectos tóxicos a largo plazo que un medicamento que tenga una acción indirecta más compleja.

Es cierto que estos elementos no significan que la FEA permita controlar todos los tipos de depresión. Pero como actúa rápidamente y puede utilizarse durante largos periodos sin temor a consecuencias desagradables como un aumento de peso, una inhibición sexual u otros efectos secundarios que se encuentran frecuentemente con los antidepresivos, ésta podría administrarse como primer tratamiento.

 

Fuente: https://www.nutranews.org/es--moral--el-deporte-el-amor-el-chocolate-tienen-algo-comun-feniletilamina-fea--503